La venta de mis Goldencitos va lenta, pero avanza. Como dicen las viejitas del norte, “no llueve pero gotea”. Me metí de nuevo con pocas ganas a esas páginas de venta “no gratuita”– me carga la joda del pago de las comisiones, la gente que al final se arrepiente, etc.- y extrañamente con la gente que me ha ofertado en De Remate ¡puros problemas! En cambio con las personas que han comprado por Mercado Libre, ha sido un placer. Una sorpresa para mí, porque siempre asumí que esas páginas eran casi iguales, y por lo tanto, el público objetivo iba a ser el mismo. (Ya saben, el que quiera un cachorrito… cof cof quemeescriba cof cof)

Con la nota de la revista YA, de El Mercurio, que salió publicada el otro día, no sólo han llegado nuevas visitas -¡bienvenidas! ;) – a este cuchitril, sino que me han escrito ex compañeras del colegio e incluso una prima que no veo hace fácil 10 años. Igual me da un poco de lata que aparezcan sólo para “enterarse de las novedades” siendo que llevan años desaparecidas. Les dije que eran ingratas y todo, jeje. Veamos si aparece alguien más ;)

Estaba viendo el programa “Hospital” recién, que dan en Chilevisión. Esta vez mostraron gente sometida a cirugías de obesidad de diversos tipos. Lo que más me llegó al corazón fue una señora de un by-pass, que seis meses después de su intervención, estaba practicando artes marciales con su hijo. Ojalá yo sea un caso similar, porque practiqué durante muchos años Taekwondo, y es una de las cosas que, lejos, más extraño. Muchas veces lloré porque cuando era flaca saltaba, corría, era lo más ágil del mundo pero estos últimos años estando gorda caminaba una cuadra y me quedaba sin aire. Tengo guardaditos mi dobok y mi cinturón, cosa que apenas me digan “puede hacer deportes más bruscos”, yo parta a inscribirme a alguna escuela. Me faltaba un puro año para llegar a cinturón negro, y no importa lo que me demore, lo voy a sacar.

En el gimnasio voy de lo más bien. Me canso un poco, pero voy con la Ángela, una amiga de la época del colegio, y conversando se nos pasa volando la hora. Hace tiempo que no me reía tanto con alguien.

Iba a postear fotos mías, estilo “antes/después”, pero las miro y las encuentro iguales. Me bajoneo y todo, jajaj. Así que se las mandé a don Hormigo, y me dice que estoy loca, que se nota ene el cambio y todo. Por último la próxima semana que cumplo dos meses de operada, aprovecho de sacarme otro par y las subo.

¡Ah! Mucha gente me ha preguntado en qué clínica me operé, quiénes son mis doctores, a qué gimnasio voy, etc. Todas esas cosas están en colores en el texto, y al hacer click sobre las palabras destacadas, te lleva a la página correspondiente, es decir, a la Clínica Las Condes, al Club Pato Cornejo y similares.

¿Han visto esos locales Boost que se han instalado en los malls? Venden jugos, granizados y smoothies (son como jugo de frutas con leche descremada o de soya, a veces con helado light) fat free, es decir, sin azúcares ni cosas engordadoras incorporadas. Son adictivamente exquisitos. El vaso mega gigante vale como dos lucas. (Me demoro como una hora en beberlo, jajaja) Así que para todos los que nos quedamos en Santiago muriendo de calor, les paso el dato.

Sigo súper autorreferente, pero en verdad no tengo ganas de comentar sobre el Transantiago, la pequeña gigante, la corrupción ni similares. Por el verano me voy a dar licencia para hacer temas livianitos como éste. ¿Qué tal?

pd: Cataline, leí tu blog. Podrías habilitar los comentarios para poder dejarte un par de líneas de vez en cuando. Para ti y para Alma: ¡¡vamos que se puede!!

(*)Imagen extraída desde pointout.com.au

Yo miraba a ratos el televisor para distraerme de los minutos de ejercicio que se me hacían bien largos a ratos –jeje- y seguían en la misma tontera. Me puse a pensar que si me dieran esos mismos minutos para, por ejemplo, exponer el proyecto de La Casita, en el cual participo, ¡haríamos maravillas! Me da ira que los medios de comunicación usen su valioso poder de difundir información para basura. Y me recuerda porqué siempre me salto los canales nacionales, salvo para ver noticias de vez en cuando.

Como nota aparte, estoy contenta, porque durante el chequeo del gimnasio me pesaron, y ya bajé otros 4 kilos más. Para el mes tengo estimado un máximo de cinco, pero el doc me dio un pequeño margen para acelerar la baja, que por supuesto trataré de aprovechar.

Hoy en la revista Ya del diario El Mercurio salió una nota sobre las bitácoras femeninas, y este blog sale recomendado para visitar. Nos juntamos la semana pasada con la Anita y la Priscila – ¡encantadoras, niñas! - en un Starbucks para hablar con la Carolina, que haría la entrevista. Fue súúper entretenida la experiencia, aunque me dio lata que en el artículo quedara la impresión de que este blog es sólo un resumidero de mi cirugía. xD

La venta de los cachorros ha estado lenta. Sé que debo tener paciencia, sobre todo porque no es primera vez que lo hago, pero me gustaría tener las lucas en la mano ya, de manera que el doctor me dijera “puede irse” y poder partir al otro día a las lejanas tierras del Hormigo. Parece que esta vez lo echo más de menos que cuando recién partió, y a ratos me baja una nostalgia tremenda.

Bueno, como dicen las abuelitas, “hay que esperar no más, puh, m’hijita”.

P.D.: ¡¡Eeehh!! ¡Se viene la nueva temporada de Grey’s Anatomy el 5 de febrero por el canal Sony!

(*) Imagen extraída desde aelu.com.pe

Suspendieron las actividades académicas en muchas partes por las inclemencias del clima, pero no en el distrito del Hormigo, así que obligado a aperrar. Con tamaña suerte, a su colegio se le echó a perder la calefacción, así que tanto alumnos como profesores están con parkas, gorros, guantes y cuanta cosa puedan imaginar para capear el frío en las salas. Y los pocos alumnos que lograron asistir, andaban con un humor de los mil demonios.

Por estas latitudes, no he tenido mucho que hacer salvo preocuparme de los cachorros. Cada día que pasa están más lindos, pero todo lo relativo a sus comidas, al aseo y cuidados varios aumenta también. (Ya saben, el que quiera comprar un lindo cachorro golden, que me “mensajee” no más. jajaja). Ante tamaña inactividad, decidí pedir hora para evaluación en el gimnasio. Total, el doc me dijo que ya podía hacer caminadora, un poco de bicicleta o la elíptica que le gusta tanto, siempre que no me fuera "al porcino".

He leído los comentarios de las publicaciones anteriores. Finalmente voy a publicar fotitos para que se pueda apreciar mejor “el cambio”. Aunque necesitaré un fotógrafo paleteado. Estoy pensando seriamente aceptar la proposición de Hernán Francisco (eso te pasa por ofrecerte de "buena onda" ).

Aparte de lo anterior, ni siquiera se me ocurren panoramas, salvo tal vez ir a la piscina, pero qué fome ir sola, y mis amistades están de vacaciones ¿Qué lugares encuentran dignos de visitar en Santiago por estas fechas? ¡Se agradece todo tipo de sugerencias!

1.- Imagen de las Cataratas del Niágara. Tomada desde Radio Cooperativa. (EFE)

2.- Imagen extraída desde el-mundo.net

Por fin, luego de 15 días sin servicio y de haberme gastado por completo el plan de celular del mes reclamando –no es broma-, Telefónica tuvo la deferencia de arreglar la línea para que Tutopía me diera el internet. Incluso anduve alegando en el Seremitt y en el Sernac para al menos no pagar por un servicio que no tenía, pero al parecer es mi destino estar pegada a este ISP del infierno. (Gracias a san Francisco por paciencia y asistencia otorgadas.)

Cambiando radicalmente de tema, sigo con mi cuento médico. La semana pasada tuve cita con la doctora Álvarez, nutrióloga, con la nutricionista, y el doctor Berry, cirujano. Bajé en el mes 13,5 kilos, lo que estaba en el máximo del rango para el mes. Ahora esperan que para el próximo la baja no sea mayor a 5 kilos -¿Me volví fanática, o es harto poco?- y pasé de papillas, quesillo y jaleas a picados. Es decir, comida mucho más normal, lo que disparó mi buen humor, jejej. Respecto a la cicatrización, la encontraron súper bien, y cada día que pasa van desapareciendo más y más las pequeñas heridas de la guatita.

Igual el próximo control con el cirujano, que es en cinco semanas más, me da algo de susto, porque puede que me digan si puedo viajar a USA pronto o no. Comprenderán que ya no sé a qué santo prenderle velas, y que he seguido como nunca las instrucciones porque en este minuto lo único que quiero es ir donde el señor Hormigo… En fin, que sea lo que Dios –y el doc- quieran.

Ya los cambios son un poco más notorios. Los buzos que me compré entre Pascua y Año Nuevo me cuelgan, y ayer me pude poner unos jeans que no me cabían desde antes de irme a vivir con don Hormigo. (Léase sus 3 añitos tirando para 4). Incluso ayer en un ataque de personalidad, pesqué mi traje de baño, una toalla y a una prima, y me fui todo el día a la piscina. (Ni les cuento el dolor de quemada que tengo ahora… jojojo). Hernán Francisco me decía que subiera fotos para ir viendo “el cambio”, pero aún no estoy muy convencida. Incluso se ofreció de fotógrafo, jajaja.

Tengo unas ganas locas de irme a la playita. Lo único que quiero son vacaciones, onda “tirárselas” aunque sea unos pocos días. ¿Qué planes tienen ustedes para el verano ’07?

(*) Imagen tomada desde gibindex.com

No había podido actualizar nada porque hace una semana que estoy sin internet. Para sorpresa de todos, incluyéndome, la culpa esta vez no es de Tutopía, sino de los técnicos de Robofónica, que decidieron tomarse unos largos días de fiesta dejándonos sin teléfono, internet, fax ni nada relacionado. Se supone que el sábado pasado estaba “todo listo”. Quizás se referían al sábado 6 de enero…

Estando incomunicada, y con la centralita de llamados cerrada, no había podido llamar al Hormigo, que "anoche" -escribí esto el 1ro- pasó el año nuevo en el avión al lado de alguna gaseosa viejecita gringa. Fue bien fome que no encontrara pasaje para hoy, pero estas fechas son así. Por lo menos vino y disfrutamos casi 3 semanas juntos a concho. Además, si todo sale bien y el “doc” lo permite, en 10 semanas más estaría reuniéndome con él.

La semana pasada fui a control con mi nutrióloga, la doctora Verónica Álvarez, correspondiente a los 15 días de operada. Todavía me queda algo de hipertensión, y con los exámenes de la próxima semana vamos a ver lo de la resistencia a la insulina, pero los niveles de todo van bajando –o sea, mejorando-, según lo esperado. Respecto al peso, se horrorizó, y retó al cirujano ayudante de mi doctor que estaba ahí también, porque en apenas esas 2 semanas ya había bajado 10.7 kilos, cantidad esperada para el mes completo. Me dijo que me olvidara de la caminata y la bicicleta en el gimnasio –que ya tenía visto y todo-, que con suerte me autorizarían al mes. Que no podía caminar 60 minutos diarios, sino máximo 20 y separados en 10 minutos en la mañana y en la noche. Básicamente me dijo que no sólo se consumía la grasa, sino que la masa muscular, y que a la larga esa baja podía ser incluso perjudicial. Así que nuevamente comprobé ese dicho de que “ningún extremo es bueno”.

Respecto a lo cotidiano, no puedo andar haciendo fuerzas ni moviéndome mucho porque todavía me tiran las cicatrices de la guatita, pero cada vez las marcas se notan menos, y ya puedo dormir de lado. Los olores todavía me acosan –jajaj- pero ya no tanto como al principio, y la maldita comida –léase papillas, quesillo y jaleas- me tiene enferma de los nervios, pero ya la próxima semana paso a los picados. Con la disminución del tiempo de las caminatas las fatigas han disminuido harto, y el mal genio apenas contenido que me dominó las semanas anteriores ha ido desapareciendo a medida que el fruto de mi esfuerzo se va traduciendo en poder acceder a ropa mucho más decente en tiendas de ropa de tallas ¡normales!

Ya les contaré la próxima semana qué novedades hay en los controles mensuales con la nutrióloga, nutricionista y cirujano. Por ahora debo quedar hasta acá, porque están cerrando el ciber... ¡Apenas pueda los visito con calma! xD

(*)Imagen tomada desde rpp.com.pe