En la tarde sonó el teléfono. Había paseado con los tres perros toda la santa tarde y estaba exhausta. Con pereza me levanté a contestar, y una voz masculina me dice: “Hola, soy Javier Miranda, locutor de la radio nosécuánto…”. Me indigné por una milésima de segundo (¿a quién diablos se le ocurre hacer propaganda telefónica un sábado tipo 20:00?) y corté.

Recién me había sentado y sonó el teléfono de nuevo. “Estadísticamente tendría una muy mala cueva si fuera propaganda otra vez”, dije para mis dentrores mientras me hacía ánimo y atendía el teléfono. “Usted ha colgado el teléfono.”, recitó la voz, “Hola, soy Javier Miranda, y lo quiero invitar…”. Comprendiendo que nada sacaba con colgar rápido de nuevo, me quedé con el teléfono y la rabia en la mano unos 20 segundos para asegurarme que el diabólico mecanismo interpretara que yo había escuchado sus mierdas.

Primero que nada, le deseo que se pudra en el infierno a quien inventó (y a quienes contratan) esta nueva forma de spam para molestar a la gente, tanto de oficinas como en la intimidad de su casa. Segundo, ¡NI CAGANDO voy a escuchar la radio maldita!

Para el período electoral, alguno de los candidatos de turno despertaban a personas en medio de la madrugada a mitad de semana. “Hola, soy Michelle Colaless…”, “Amigas y amigos, les habla Joaquín Ñoñín…”, “Hola qué tal – ¡…festival!-, hablas con Sebastián Piraña…”

En Estados Unidos se abusó tanto de este sistema de avisos, que la gente indignada -con justa razón- reclamó tanto que tuvo que regularse el asunto para que sólo pudiera llamarse en horario de oficina, de lunes a viernes y los sábados por la mañana. Hay miles de webs que comentan al respecto, es cosa de googlear un poco. Pero en esta larga y angosta faja de tierra… ¡ESTAMOS SOLOS!, porque la ley no se pronuncia al respecto -para variar-. Y como legislar sobre esto es equivalente a esperar que los congresistas se bajen el sueldo, en buen chileno, estamos cagados.

No me queda sino el consuelo de eliminar algo de mi frustración por este medio. Si has sido víctima de estas circunstancias o simplemente te parece mal, te invito a desahogarte en el link “comments”.

(*)Imagen desde mercadolibre México